ONGs denuncian que EE.UU, Rusia, China y Grecia rompieron el embargo de armas al Congo

Balas de Grecia, China, Rusia y Estados Unidos encontradas en manos de los rebeldes en la República Democrática del Congo Rusia.

China y Estados Unidos se encuentran entre los países clave que se muestran escépticos respecto al Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas.

Amnistía Internacional, Oxfam Internacional y la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) denunciaron que han sido encontradas balas fabricadas en Grecia, China, Rusia y Estados Unidos en manos de grupos rebeldes en el distrito de Ituri (este de la República Democrática del Congo), sometido a un embargo de armas de las Naciones Unidas.

La investigación realizada por la Campaña Armas Bajo Control, que pone de manifiesto la urgente necesidad de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas para detener la afluencia de armas a zonas de conflicto, se publica hoy, 16 de octubre, una semana antes de la votación en la ONU de una resolución para comenzar a trabajar sobre el Tratado.

Al parecer, es la primera vez que se han recuperado balas de Grecia y Estados Unidos de manos de grupos rebeldes en el este de la República Democrática del Congo, lo cual pone de manifiesto el origen global de las armas que exacerban los combates en la región. Realizada en septiembre de 2006, la investigación revela el origen de una muestra de armas y munición recuperada de grupos rebeldes desde la imposición del embargo de armas de las Naciones Unidas en 2003. También se encontraron armas pequeñas fabricadas en Rusia, China, Serbia y Sudáfrica.

La Campaña Armas Bajo Control cree que es muy poco probable que estas armas y balas hayan sido vendidas directamente a los rebeldes en la República Democrática del Congo, violando así el embargo de las Naciones Unidas. Parece más probable que hayan entrado en el distrito de Ituri desde países vecinos, lo cual muestra la necesidad de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que establezca unas normas globales, basadas en el derecho internacional, para las ventas de armas. "Esto es sólo un ejemplo de cómo los relajados controles de armas agravan los conflictos y el sufrimiento en todo el mundo. Los embargos de armas de la ONU son como diques contra un maremoto: ellos solos no pueden contener la avalancha de armas. Sólo un Tratado Internacional global y fuerte podría detener la afluencia de armas a las zonas de guerra de todo el mundo", ha dicho Jeremy Hobbs, director de Oxfam Internacional.

Varios gobiernos presentaron la semana pasada una resolución para comenzar los trabajos en la ONU sobre un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas. La resolución, copatrocinada por otros 77 gobiernos, a los que se espera que se unan más esta semana, probablemente se votará en la Primera Comisión de la Asamblea General de la ONU, a comienzos de la semana próxima. La Campaña Armas Bajo Control, respaldada por 20 premios Nobel de la paz, pide un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que prohíba la transferencia internacional de armas y demás material militar cuando haya un claro riesgo de que este material se utilice para cometer graves violaciones de derechos humanos, agravar un conflicto o socavar el desarrollo. "Los grupos rebeldes del este de la República Democrática del Congo tienen un terrible historial de violaciones, torturas y homicidios de civiles, así como antecedentes de uso de niños y niñas como soldados. El que balas procedentes de tantos países hayan agravado estos abusos es otro factor que indica que el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas debe convertirse en una realidad", ha dicho Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.

Se calcula que aproximadamente 3,9 millones de personas han muerto a consecuencia del conflicto de la República Democrática del Congo desde 1998. Los combates continúan en el este del país a pesar de un acuerdo de paz firmado en 2002, agravados por armas y municiones de todo el mundo.

No se sabe exactamente cómo llegaron hasta los rebeldes las armas encontradas por los investigadores, pero entre ellas había:
- balas de rifle de francotirador fabricadas por la Federal Cartridge Company en Estados Unidos.
- balas de rifle fabricadas por la Pyrkal Greek Powder & Cartridge Company a finales de la década de 1980.
- Un rifle de asalto R4 fabricado en Sudáfrica.
- Rifles de asalto chinos y una pistola serbia, todos ellos deteriorados, lo que indica que habían estado enterrados o almacenados en condiciones de humedad.

Fuente: Amnistía Internacional.

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