José Saramago critica a Bachelet por situación de mapuches

El premio Nobel de Literatura señaló que los indígenas chilenos siguen siendo discriminados y que, pese a pedir a la presidenta una solución al problema, aún no son prioridad para el país. Asimismo, el escritor criticó la sumisión del poder político de los estados frente al poder económico.

Madrid

Un encuentro de debate organizado en la Casa de América y que se centraba en los “Derechos Humanos y la Seguridad Jurídica en Iberoamérica”, sirvió como plataforma para que el escritor José Saramago lanzara una dura crítica a la presidenta, Michelle Bachelet, por no haber intercedido en el proceso de reivindicación de tierra que enfrenta la etnia mapuche.

El portugués recordó que ya planteó a la mandataria chilena, durante su visita a la capital española en mayo pasado, que atendiera los problemas indígenas. “Cuando Michelle Bachelet vino a Madrid yo la felicité porque el país había cerrado sus heridas del pasado. Pero también, en esa ocasión, le dije que mirara y se preocupara de los mapuches, que son discriminados y perseguidos en su tierra. Además, su territorio histórico llega a un 15% del original y el resto lo tienen los empresarios, entre ellos, Benetton”, explicó.

Sin embargo, el premio Nobel de Literatura reclamó que el gobierno socialista aún no ha reaccionado ni ha hecho nada por ellos. “En un encuentro que tuve en la Universidad Autónoma de Madrid con los jóvenes hace unos días, me topé con una comunera mapuche que se me acercó y me dijo que mis palabras habían producido un terremoto, rápido pero fuerte, en Chile. Eso sí, hasta ahora Bachelet no ha mirado a los mapuches ni ha solucionado sus problemas”, recalcó.

La situación de los mapuches, no obstante, no difiere mucho de la de los indígenas del resto de Latinoamérica. En este sentido, Saramago apuntó que éstos siguen siendo despreciados y que sólo se les ve como un souvenir o una figura graciosa. “Su exclusión se ve en todos los debates que se refieren a Iberoamérica y sus problemas nunca se analizan. Creo que si no se arregla este problema, es mejor que se mueran de una puta vez, porque parece que son sólo un obstáculo”, comentó irónicamente.

Por su parte, el juez Baltazar Garzón, quien participaba de moderador, apoyó al autor luso y comentó que durante su estancia en Chile vio como los mapuches eran juzgados como terroristas. “Este verano yo estuve en Chile y supe que a los mapuches se les había aplicado la ley antiterrorista y la verdad es que este racismo interno no sólo se ve en Chile, sino en todos los países de latinoamérica”.

Poder económico dirige a los gobiernos

Otro punto que analizó José Saramago fue el poder que han heredado las empresas y corporaciones ante los estados y gobiernos. “Yo dije en una ocasión que “Bill” Clinton sería el último presidente de los Estados Unidos y que a partir de ahí, las empresas dirigirían a la potencia mundial. Y no me equivoqué: ahí esta Irak. La verdad es que el mundo no es gobernado por los estados, sino por las empresas y las corporaciones. Ejemplo de ello es Bolivia, que nacionalizó sus fuentes energéticas y las empresas españolas protestaron por esa acción soberana.Al final, los gobiernos se transformaron en comisarios políticos del poder económico”.

Y ante todo esto, el ciudadano permanece impasible y su influencia para ganar en derechos, según el escritor, es nula.“Se habla mucho de democracia en el mundo pero se aplica poca la verdadera democracia”, criticó.

Con respecto a la falta de libertades civiles en Cuba, el portugués comparó la situación con la de Turquía, donde en su opinión tampoco hay libertad civil ni libertad de expresión, y pese a todo, la comunidad europea quiere integrarla igualmente a la Unión. “A mí siempre me preguntan sobre Cuba los periodistas, ¿por qué no le preguntan a Orhan Pamuk sobre Turquía?”, cuestionó.

Finalmente, el autor de “Ensayo sobre la lucidez” reflexionó que, en el fondo, hasta el país más democrático del mundo tiene rasgos de dictadura. “En el fondo todos los países tenemos un Guantánamo y el peor esta en la cabeza de cada uno de nosotros”.