Isabel Allende: “Chile es una país bélico por naturaleza”


La escritora chilena que reside en San Rafael, EE.UU, y que ha vendido 51 millones de libros, habló en Madrid no sólo de su nuevo obra ‘La isla bajo el mar’ sino también sobre política chilena, literatura, racismo en EE.UU y enfrentó a su crítico Roberto Bolaño.
Además, destacó a Michelle Bachelet por su gran gobierno y a MEO por activar a los jóvenes en la política. “Las mujeres son las únicas que pueden lograr la paz”, sentenció.

EUROLATINPRESS/IC
La escritora chilena residente en Estados Unidos Isabel Allende (67) es una rebelde. No ha cambiado nada desde que luchaba tras la máquina de escribir contra el dictador Augusto Pinochet. Siempre frontal y feminista, no pierde la oportunidad para denunciar la maldad del patriarcado y el conservadurismo que aún dirige a Chile.

En Madrid, Allende aprovechó de presentar el superventas "La isla bajo el mar", una novela sobre una esclava negra en el Saint Domingue (actual Haití) del siglo XVIII, Zarité Sidella, “una heroína que busca la libertad no sólo para ella sino para todo el mundo”, destacó.

“Hoy existe tanta esclavitud como antes pero no se reconoce y donde hay más esclavitud es en el sudeste asiático, donde las fronteras son muy permeables, donde a la gente la trafican de un lado a otro, sin voz y sin que a nadie le importe”, respondió segura ante la pregunta de si creía que el tema estaba pasado de moda.


Si bien Isabel Allende empezó en el 2005 a escribir la novela y al publicarla se topó con el fenómeno de Obama y la actualidad política estadounidense, la escritora chilena señaló que la coincidencia no fue adrede. “La elección de Barack Obama fue una cosa fascinante y nunca lo relacioné con mi tema. La verdad es que hay mucho racismo en EE.UU, que está oculto, y es subliminal. La oposición que es feroz contra Obama nunca menciona el tema de la raza pero hay un elemento racista muy fuerte en el país. Mucha gente y familias en EE.UU, gente mayor y de derecha, se criaron en una sociedad y en familias racistas, y ver a una familia como los Obama es impensable para ellos y los irrita mucho. De esto no se habla pero existe. Pero también hay una generación joven que el color le da lo mismo y ellos creen en la persona”.

-¿Cómo fue el proceso de escribir la novela y plasmar a la esclava Zarité?-La esclavitud es tan antigua como la humanidad y hay muchas maneras de esclavitud.
Y en particular, concretamente, la esclavitud en Haití fue brutal e imaginable. Había 34 mil personas libres y medio millón de esclavos que tenían un promedio de vida de 5 años máximo porque los explotaban a muerte. Era más barato traer gente de África que dejarlos vivir.
-Además, cuando estaba escribiendo la novela me enfermé del estómago y creí que tenía cáncer y me hacían exámenes y no me mejoraba. Pero luego me mejoré y estoy muy bien...Yo creo que el impacto de averiguar a lo que puede llegar el hombre a hacerle a un ser humano me afectó mucho, fue atroz. Así que la investigación fue muy dolorosa para mí.

-El personaje de la novela, Zarité, es una heroína, una luchadora, pero como tal debe sufrir por los demás para conseguir su libertad.
-Yo creo que es heroína por que toma las riendas de su vida. Nace esclava y la venden desde pequeña, a los 9 años, pero siempre busca su libertad. Es rebelde desde pequeña. Y cuando puede obtenerla, ya es madre y escoge quedarse con los hijos, y es esclava por 10 años más. Yo destaco de ella como personaje su valor, su coraje, la solidaridad porque entiende que su libertad personal no es lo que importa sino que esta libertad implica mucho más que uno. Esos valores son iguales siempre ya que el héroe mítico se parece en todas las culturas y épocas. Siempre hay un viaje del héroe que sale de donde esta para vencer a los demonios y monstruos, y luego desafiar obstáculos, y regresar transformado. El héroe regresa con el deseo de transformar el entorno. El héroe no se transforma para si mismo sino que para que la humanidad también lo experimente.

-¿Existió Zarité?
-Tengo la impresión de Zarité existió. Suena loco pero creo que se me apareció en un sueño. No creo en fantasma pero creo que se me apareció y la veo entera. Sé como es, se la voz que tiene, como huele, Reconozco su voz como es su figura, la tengo adentro. Y no podríamos ser más distintas porque ella es alta.(risas)

-Isabel, ¿qué es para ti la libertad?-Para mí son opciones. La libertad es escoger sin violencia, sin presión. La libertad ha sido una obsesión para mí desde muy pequeña. La libertad como mujer fue mi búsqueda porque nací en una sociedad patriarcal, católica, conservadora, muy cerrada donde mi madre era una víctima y los hombres tenían el dinero y la libertad. Sin embargo, yo no quería ser como mi mamá, pese a que la amo. Yo quería ser como mi abuelo que tenía la libertad. Hasta que llegó el feminismo a Chile y esa conciencia creció. Pertenezco a esas mujeres que lucharon por ella en Chile.

-¿Cómo ves el feminismo hoy en día en el mundo?
-El movimiento ha cambiado, pero no se ha obtenido ni la mitad de lo que queríamos. Aunque se ha avanzado desde que era pequeña y las mujeres han cambiado mucho. Como mujer tenemos más libertad hoy que cuando era pequeña pero si te vas a cualquiera aldea del África todavía están sometidas, sufren violencia y en guerras son las primeras víctimas. No tienen voz. Y como siempre cuando se habla de DD.HH sólo se habla de hombres y eso hay que superarlo todavía.

-Todas tus novelas son feministas, ¿cuánto falta por hacer en torno al feminismo? -Sí, todas mis novelas son feminista. Eso sí unas más que otras. La verdad es que una escribe sobre lo que sabe, sobre lo que una es y cree. En cuanto al feminismo, sabemos que falta mucho por hacer. Y ahora hay vías muy diferentes para hacerlo. Antes, cuando comenzó el movimiento de liberación femenina, habían algunas figuras líderes y faros que llevaron el movimiento adelante, como Gloria Steinman, etcetera. Ahora no hay líderes, no se ven, y en la generación actual de 30 años no hay vacas sagradas, sino los jóvenes se mueven con medios alternativos, blogs, comunicación e informaciones que nos presentan temas y mujeres extraordinarias que antes no sabíamos que existían.

-Hablando de libertad y feminismo, ¿cuál es tu opinión de Michelle Bachelet? ¿Escribirías un libro sobre ella?
-Michelle Bachelet va a terminar su cuarto año de gobierno y desgraciadamente no puede ser reelegida de nuevo. Ha hecho un gobierno estupendo que empezó mal porque heredó muchos problemas de gobiernos anteriores y pese a todo eso, hoy en día tiene más de un 70% de aprobación. Es muy querida y si se presenta como candidata sería elegida de nuevo con mayoría abrumadora. Y es una mujer que ha aprobado todas sus instancias con nota máxima. Es una gran dirigente y mujer.
-En cuanto a escribir un libro sobre ella, es una personaje de novela, su vida es una personaje de novela pero no se si podría ser capaz de escribirlo.

-Isabel, ¿Cómo ves la candidatura de Marcos Enríquez-Ominami?
-El fenómeno Enríquez-Ominami es muy interesante y me gusta mucho ya que ha renovado la política y ha atraído a los jóvenes de nuevo hacia la política y el país.
-Sin embargo, creo que es difícil que gane. Creo que él puede ser presidente para más adelante, 2014. Eso sí habrá de todas maneras una segunda vuelta de todas maneras en Chile en estas elecciones.

“Roberto Bolaño me trató de basura”

-¿Qué piensas del fenómeno Bolaño?
-Roberto Bolaño ha sido traducido en EE.UU con muy buena crítica y éxito, es una lástima que haya muerto. Para nosotros como chilenos es un honor que Bolaño nos represente. Sin embargo, hay que recordar que Bolaño consideraba que yo era una basura pero eso no le quita ninguna merito.

-Isabel, si bien se conoce la opinión de Roberto Bolaño sobre tu literatura, se sabe que dos años antes de morir dio una conferencia en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, y cuando le preguntaron sobre la literatura de Allende, dijo que si bien tenían muy poco en común, admiraba de “Isabel Allende la capacidad que tiene para conectar con los lectores" y concluyó diciendo que "la literatura sin lectores se queda en casi nada”.
-Todos los comentarios que me han llegado de él eran todos negativos y él tenía todo el derecho de criticar a otro escritor... La verdad es que en Chile nunca o muy rara vez he tenido una buena crítica. Y pese a que tengo innumerables lectores y hasta se piratean mis libros, el mundo pequeño de los literatos de Chile me detestan.

-¿Ha hablado con Gabriel García Márquez sobre su obra?
-Con Gabo no he tenido nunca contacto. Prácticamente no lo conozco y nunca he conversado con él. Solo nos hemos saludado dos veces…Además, nunca he oído comentarios de él sobre mi obra pese a que tenemos al mismo agente, Carmen Barcells. Y si hubiera dicho algo malo ella ya me lo hubiera contado.

-¿Escribir novelas exitosas la presiona negativamente?-Yo no pienso en la parte comercial, ni si se vende el libro, ni sobre la promoción, ni quien lo compra. Ese no es mi trabajo. Mi trabajo es escribir el libro y me encanta pero reconozco que en los años que llevo escribiendo hay algo que tengo que la mayor parte de los escritores no tienen. Y es que tengo la certeza de que me van a publicar por lo menos el siguiente libro. Ahora si la embarro con el próximo libro puede que no me lo publiquen pero hasta ahora he tenido suerte y en los 25 años que llevo escribiendo tengo la certeza que si saldrá a las librerías.

-¿Escribir alivia el alma?
-Sí, por eso lo hago. El trabajo de escribir un libro es muy solitario, muy callado, es un trabajo en el silencio, en la soledad, en la quietud. Todo pasa en el vientre, adentró de la cabeza. Es un trabajo muy orgánico. Esos meses de silencio me permiten recuperar lo que se pierde en el ruido, en la agitación la vida. Y ese tiempo es esencial para crear.
-Además, como escribo desde muy temprano y tengo un ritmo muy fuerte mi familia me pidió que parara el ritmo y trasladé todas mis cosas a la casa para participar de la vida familiar. Sin embargo, hay mucho ruido en la casa y no tenía silencio. Podría escribir cosas de no ficción pero la ficción tiene mucho de memoria genética, que viene de los antepasados, que viene de la tierra. No se puede escribir y plasmar esto con tanto ruido. Así que me volví a mi pequeño dormitorio.

-¿Cómo ve el armamentismo de Chile y de Latinoamérica?
-Chile es un país bélico por naturaleza. Ya a partir de la segunda mitad de 1.800 le quitó mucho territorio a Perú y Bolivia, en sendas guerras. Y después en dictadura con Pinochet, con esa mentalidad militar que siempre tiene y busca enemigos que son como sombras, enemigos invisibles, terminaron en el país pensando que serán atacados en algún momento de la historia. Así que creo que el gran proyecto de las mujeres es la paz porque nadie más la va a obtener. Por que las mujeres son la primeras víctimas de las guerras y los conflictos, las únicas que no ganan con el militarismo. Todo el dinero que va para armas debe ir a aquellas cosas que nos importan a las mujeres como salud, educación, ocio y protección hacia los niños.
-El patriarcado no se va a deshacer del militarismo porque sólo se benefician con este juego y se sostienen en el conflicto. Somos nosotros las mujeres las que debemos terminar con este horror.

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